miércoles, 31 de octubre de 2007


Lentamente, como siguiendo un dictado, alce mi mano derecha hasta mi cara y traté de introducirla en mi boca, senti como la piel se estiraba y la tensión insoportable en las comisuras de la labios.
No me dolia, estaba como anesteciada, insisti una y otra vez, sin tener conciencia precisa de que era lo que buscaba. De pronto entendi, comenzaron unas fuertes arcadas que en un dos por tres vaciaron mi estómago, me sentí aliviada la piera ya no estaba.
El pasado no se borra, solo se olvida, pero siempre, siempre estara ahi para atormentarte hacerte recordar o simplemente hacerte sonrreir.

sábado, 27 de octubre de 2007

Mi tunel


La vida aparece a la luz de este razonamiento como una larga pesadilla, de la que sin embargo uno puede liberarse con la muerte, que seria así como una especie de despertar. Pero despertar a qué?, esa irresolución de agarrarse a la nada absoluta y eterna me a detenido en todos mis proyectos de suicidio.

A pesar de todo, el hombre tiene tanto apego a lo que existe, que prefiere finalmente soportar su imperfección y el dolor que causa su fealdad, antes que aniquilar la fantasmagoría con un acto de propia voluntad.

Y suele resultar, también, que cuando hemos llegado hasta ese borde de la desesperación que precede al suicidio, por haber agotado el inventario de todo lo que es malo y haber llegado al punto en que el mal es insuperable , cualquer elemento bueno, por pequeño que s ea, adquiere un desproporcionado valor, termina por hacerse decisivo y nos aferramos a él como nos aferrariamos desesperadamente de cualquier hierba ante el peligro de rodar en un abismo.

viernes, 26 de octubre de 2007

El Cuaderno de Mayra que se convirtio en el mio


"Yo lo que quería era morirme. Demasiadas poesías, quizá. Quizá eso me enredó el corazón, eso me hizo andar sollozando por los rincones. Perdí el eje, las ganas de vivir, vivir no más se volvió un lastre. El corazón se me convirtió en una piedra que pesaba toneladas".
La primera en leer el libro fue la Pely, una amiga de esas que en vez de amiga parecen tu diario de vida con patitas todo lo que haces y dices se lo cuentas con lujo de detalles y poco menos que textual. Ella llego una día al colegio contandome que había leído un libro que había tocado su corazón, que la había hecho reflexionar y me recomendo que lo leyera ya que las dos habíamos pasado por estado de depresión del mismo tipo el cual era nombrado en el libro, me contó a grandes rasgos de que se trataba y de inmediato me interese, le pedí que me lo prestara y al día siguiente lo trajo, después del colegio y cuando ya estaba en mi casa me acorde del libro, rapidamente me puse pijama me acoste y comence a leer con mucho interes, ya que tenia grandes espectativas por los comentarios que la Pely me había hecho sobre el, después de leer 50 páginas ya estaba impresionada y tenía ganas de llorar ya que veia en el libro el reflejo de mi misma de todo lo que hace pocos meses atraz habia vivido, tenía la necesidad a esas alturas de terminar el libro si o si en ese mismo instante y por poco el sueño me vense, pero lo termine y me di cuenta que como yo y como la Pely habían millones de personas más que llegaban a tales estremos tan solo por amor, tan solo por un sentimiento, por una palabra dolorosa, una mirada mal intensionada o simplemente por el silencio, ese silencio que muchas veces valoramos, que derrepente es necesario, pero que en ocaciones puede ser una arma de doble filo.