domingo, 13 de diciembre de 2009

tres de corazón y un café para dos


Mientras un joven bien parecido esperaba en una esquina de su corazón, una pareja desde la otra esquina, intentaba reconstruir lo que un día perdió, por pasarse el tiempo en diez lugares diferentes a la vez, cuando solo se necesitaban en uno...
El joven bien parecido, ya no se veía tan bien, luego de beber tres cafés y seguir esperando, quizás esperaba algo, quizás a alguien..., El café servido ante sus ojos, del otro lado de la mesa, comenzaba a enfriarse y poco a poco la desilusión empezaba a instalarse.La pareja del otro lado, se encontraba sola, a su alrededor nadie, ni nada, solo ellos, sin esperanzas ni ilusiones, solo ellos siendo como siempre quisieron ser. Aun del otro lado, el joven que ya no esperaba, simplemente ahí estaba, vivía, respiraba, amaba, pero ya no esperaba, en el fondo sabía que dentro de un corazón no hay espacio para tres, sino para dos y que un café se comparte solo si el otro, también quiere compartirlo contigo.